Hace unos días asistí, por motivos personales, a un acto social protocolario a los que soy poco aficionada. Por una parte, porque suelen ser actos superfluos, innecesarios e incluso fastidiosos para la mayoría de gentes que, como yo odiamos las vestiduras de "domingo" y aguantamos mal los discursos vacíos o de diplomacia demasiado contenida.
Estoy convencida que el protocolo y las buenas maneras son necesarios como método de organización en ámbitos institucionales, políticos, académicos...Marcan un orden y trazan una directriz de comportamiento en base a unas normas aceptadas que tienen que ver el entendimiento entre costumbres, niveles culturales y valores de urbanidad muy diferentes.
El acto consistía en la constitución del nuevo ayuntamiento de la localidad en que habito. Tras las elecciones municipales y autonómicas el pasado 22 de mayo, el sábado 11 de Junio se constituyeron la mayoría de los ayuntamientos de la comarca.
En la sesión se trataba de presentar oficialmente a los cargos electos. Todo transcurrió con secillez, orden y un poquitín de solemnidad, que supongo sintieron los concejales y alcalde, sus familiares y los adeptos políticos.
El protocolo fue correcto, sin embargo, en diferentes momentos se olvidaron ciertas normas mínimas de respeto, con intervenciones más propias de una reunión de amigos o de panda de quinceañeros. Supongo que acciones como la del secretario que conducía el acto ceremonia a la velocidad del AVE , con total falta de motivación y ninguna empatía por los sentimientos de los nombrados, sería fruto de su prisa por marchar o el fastidio de trabajar un sábado por la tarde. Supongo que la falta de seriedad del alcalde al "jurar" la constitución sería por la reiteración del acto. Supongo que su enjuiciamento improcedente del discursos de la concejal de EU sería cosa de los nervios. Supongo que los contínuos cuchicheos entre una de las concejales del PP desde la mesa presidencial a las sillas de la segunda fila mientras otros intervenían serían urgencias de última hora....
Seguramente todo esto no tiene ninguna importancia y mi afección viene motivada por mi especial vinculación afectiva con una de las concejales participantes.De todos modos estoy convencida que de nada sirve el protocolo si falta profesionalidad en unos y respeto debido en otros. Supongo que todo se aprende y mejora con el tiempo,la experiencia , la reflexión y la autocrítica. Tengo la esperanza de que aprenderemos a lucir algo más que "pajaritas de papel".
1 comentario:
hola querida acabo de leer tu cafenet,y ya te digo que la pajarita de papel,seguira siendo la papiroflexia.ya que con los que yo he acudido,esos actos siguen siendo algo que mejor no le pongo nombre,sobre todo cuando procede la vara del mando.yo la suprimiria,pero seguro que me llamarian antidemócrata.pues mira que me llamen anarquista,para mí un honor,sin vara de mando,el sr secretario que cobra un paston y no precisamente porque le correponda,actua asi casi siempre y mejor me reservo la opinión,ya que se la dije a él personalmente,con lo cual ya la sabe.
seguro que estaria inmerso en el próximo libro que escriba,ya que le da tiempo para ello,mientras siga actuando como lo hace.
me alegro no haber estado,aunque mi respeto lo tendran siempre.pero seguire diciendo que ese edificio es la casa del PUEBLO.por si a algun@ se le olvida.saluditos y besitos.gracias
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