A ciegas

Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven.

José Saramago, Ensayo sobre la ceguera

Un hombre vuelve a casa del trabajo cuando, de pronto, una bruma lechosa niebla su vista y queda ciego. Así comienza la réplica cinematográfica de 'Ensayo sobre la ceguera', una historia del Nobel de Literatura José Saramago. Una epidemia de ceguera invade toda una ciudad localizada en ninguna parte. El pánico y la paranoia se extienden al compás de la epidemia. Las víctimas de la ceguera repentina, de “la enfermedad blanca”, son confinadas en un psiquiátrico abandonado en donde cualquier parecido con la vida normal empieza a desvanecerse.

Dentro del hospital donde son recluidos hay un testigo secreto: una mujer (Julianne Moore) que finge estar ciega para permanecer junto a su marido (Mark Ruffalo). En su cautiverio, los ciegos forman una suerte de familia de siete miembros que realizarán un viaje a través del terror y el amor, la depravación y la belleza, la guerra y el asombro, para salir del hospital y volver a una ciudad devastada en la que pueden ser la única esperanza. Su viaje pone de manifiesto la peligrosa fragilidad de la sociedad y el estimulante espíritu de la humanidad.

'A ciegas' trata de emular la reflexión de Saramago acerca de la naturaleza humana, el egoísmo también humano, el oportunismo y la indiferencia; pero también la empatía, la capacidad de amar y la perseverancia. Otras ideas entrecruzan, además, la historia: una alegoría sobre la despreocupación por lo que sucede a nuestro alrededor, un análisis de los instintos primarios, una exploración de la conciencia humana y, en definitiva, la ceguera metafórica hacia todo y todos los que nos rodean.

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