Hace un par de días se conmemoraba en Francia el 50 aniversario de la muerte de Albert Camus.Rememoré, entonces, casi con un inquietante escalofrío mi lectura juvenil de "L'étranger" en uno de los cursos de francés.Quizá no era una lectura apropiada para una mente sensible en edades tempranas y convulsas. Recuerdo acabar contagiada durante una buena temporada de apatía, de resignación , de la indiferencia con que el protagonista de aquella historia, veía el mundo que no era más que una realidad absurda, quizá inabordable.
"El Extranjero" cuenta la historia de un oficinista de Argel que comete un absurdo crimen sin motivación alguna. A pesar de estar narrada por el propio protagonista (Meursault), tiene un tono frío ,neutro, sin ninguna implicación. El personaje está conducido por una constante sensación de monotonía, de indiferencia.
El final está marcado por el pesimismo y desencanto, como advertencia de un futuro de seres vacíos y deshumanizados.
La novela es realmente un alegato en contra de la degeneración humana, de la falta de valores y en defensa de la consideración del "ser emocional" de la persona.
A pesar de su breve extensión es una novela densa , una profunda reflexión sobre el interior del ser humano.
Una lectura de las que dejan huella.
(El grupo inglés The Cure dedicó la controvertida canción Killing an Arab a este libro en 1979)
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