Confieso que los temas de índole económica jamás han sido de mi interés. Supongo que mi incapacidad por la abstracción matemática y mi motivación por el orden inmaterial son determinantes.
Pero, metafísicas aparte creo que es mi "suerte" económica individual lo que ha hecho que jamás me interesara , ni fuese crucial para mí. Cuando he sido muy pobretona y no tenía un duro, la organización económica mundial no me importaba en absoluto pues mi prioridad era salir adelante cada día. Cuando tuve un sueldo de funcionaria discreto, pero seguro, jamás supe con exactitud cuanto percibía, se me pasaba la reclamación de complementos ...y la organización económica mundial seguía sin importarme en absoluto, pues andaba alucinada con la consciencia de mi privilegio personal, la resignación ante la impotencia por cambiar grandes cosas y mi ocupación en ayudar en las pequeñas.Ahora soy una jubilada alucinada por la bondad de un sistema social que me protege cuando se supone que he dejado de ser útil en mi sector laboral.Soy una ciudadana con suerte.
Soy consciente de mi situación de privilegio. Claro que hay gentes que viven muchísimo mejor, gentes con más suerte y gentes con más méritos. Y gentes con fortunas inmorales también. Pero no hace falta que me vaya demasiado lejos para ver y sentir mi privilegio
No hay comentarios:
Publicar un comentario