Educación y cultura


Nunca fuí muy inteligente. Creo que es ha sido mi único y real complejo personal. A lo largo de mi vida sí he conocido a gente con coeficientes intelectuales seguramente elevadísimos o medios pero con un aprovechamiento supremo, con una cultura envidiable y una educación exquisita. Tampoco a ellos les importaron títulos y honores. Nuestros esfuerzos, nuestras metas eran otras. A menudo se nos tachó de vagos, o de equivocados, o de poco ambiciosos. Han pasado muchos años. Muchos. El tiempo demostró lo erróneo de aquellos juicios. Ninguno de nosotros tenemos grandes títulos, ninguna grandes fortunas, ninguna grandes reconocimientos sociales...pero todas hemos sido personas luchadoras, con ambición por ser cada día mejor gente y por contribuir con nuestras pequeñeces a un mundo mejor.

Quiero dedicarle este vídeo a mis marus de nuevo, pero especialmente a mi vecinas que no leen este blog: una cose ropa para sacar a sus nietos adelante, otra es operaria en una cadena de encajado de naranjas, otra limpia casas para que sus hijos tengan un futuro. Por ellas y por la buena gente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por las personas de verdad, Ole!. A ellas les sobran la pedantería, la estupidez y la grandilocuencia.

La Marumerchu.