PICIO

De mi época de trabajo con niños y niñas pequeños heredé la costumbre de preguntarme por muchas palabras y expresiones que usamos en el lenguaje coloquial, aquellas que usamos habitualmente, que una vez aprendimos y repetimos sin saber muy bien sus orígenes o su significado. Con los nanos recuperé la curiosidad.

Hoy los vericuetos mnemotécnicos de mis distraidas neuronas me llevaron a la expresión:

"Eres más feo que Picio"

Pues bien, al parecer Picio era un zapatero granadino. Por razones desconocidas fue condenado a muerte y ya en la capilla recibió la noticia del indulto. Tal fue su reacción que se le cayeron el pelo, las cejas y las pestañas, y, por si eso era poco, le salieron una serie de tumores por la cara que lo dejaron plenamente deformado, pasando a ser el modelo de fealdad más horrorosa. Dicho suceso ocasionó la frase adverbial "ser más feo que Picio" señaladora de una fealdad extrema.