Tras mis constantes peroratas tras los telediarios o tras las expresiones de los astros profesionales , o las explicaciones racionales a los inexplicablemente iurracional, mis dos pobres aficionados se sientan en el sofá frente al televisor absortos y...muy contenidos. Mientras leo a su lado, les miro a hurtadillas y sonrío. Su mirada está como poseída por la pantalla.Afortunadamente jamás llegan a la esquizofrenia pasajera que transforma a algunos seres. Todo lo más algún resoplido. Si algo tiene positivo, es el desarrollo de las aptitudes para la observación: inexplicable cómo dos personas incapaces de encontrar el cajón de los calzoncillos adquieren la capacidad de captar detalles tan sutiles que ni el zoom más técnico es capaz de registrar.

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