Atiborrado de filosofía,
por culpa del afán que me devora,
yo, que ya me sabía
dos gramos del vivir, nada sé ahora.
De tanto preguntar
el camino a los sabios que pasaban,
me quedé sin llegar,
mientras tantos imbéciles llegaban...
por culpa del afán que me devora,
yo, que ya me sabía
dos gramos del vivir, nada sé ahora.
De tanto preguntar
el camino a los sabios que pasaban,
me quedé sin llegar,
mientras tantos imbéciles llegaban...
Amado Nervo
1 comentario:
Me encanta lo real que es el escrito.
A la vez me jode que sea asi,ya que significa que sigue habiéndo gilipollas a mansalva,dando por todos los lados y sin castigo ninguno
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