Tarde de café u homenaje a la burra de Juan Valdés


Unos pocos amigos y unas cuantas amigas en una cafetería a media tarde. Pasados los primeros minutos aparece la camarera con sonrisa de lunes puesta. María quiere un cortado con la leche tibia, Merche un café corto, estilo piccolino, bien cargadito; Siro querrá un cortado descafeinado de sobre con dos sobrecitos de azúcar; Cris un café con leche con sacarina, Mari Angels un cortado descafeinado de cafetera con mucha leche y un porcentaje mínimo de café. La sonrisa de la camarera se ha transformado ya en gesto hierático. Susi querría un café vienés, pero no, que la dieta….que sea un cortado normal con azúcar integral; Rosi pasará de dietas que sea un buen capuchino, Pilar necesita recobrarse….:un irlandés, Jose dice que un carajillo, pero con el brandy quemado y sus tres granitos de café, la otra Pilar mejor un americano; Sefa un blanco y negro por aquello del mestizaje….La camarera yace inconsciente en el suelo, incapaz de procesar el pedido. Junto a ella …la burra de Juan Valdés trata de reanimarla….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya sabes que a mí los cafés me gustan cortos, fuertes y cargados y "la coñac" a parte en copa y sin hielo. Estp de los cafés virtuales me suena raro. Me gusta hablar, escuchar, aprender... ver a la gente, tocarla, en definitiv, sentirla... pero ya que has abierto tu propio bar de cafenets virtual, que la camarera de tu bar está medio muerta y la brra de Juan Valdés dándole ánimos, te propongo una conversación interesante sobre un artículo que encontré muy interesante de Javier Marías en el dominical de El País ((1.03.09). Búscalo en internet y ya me cuentas... El artículo habla del perjudicial prestigio del presente. Este es su título, por cieto.Habla de como las personas que somos tan necias hemos enaltecido tanto el presente que hemos llegado a olvidar y desestimar el pasado; incluso un pasado glorioso y esplendoroso, un pasado feliz y rico... es como dice Marías "que lo que no es, no ha sido". Prepárame un café de los de verdad y te lo cuento enterito. Por cierto, estoy releyendo un libro de su padre, de Don Julián Marías: la España inteligible o razón histórica de las españas. (este libro requiere más bien una copa de coñac y el café aparte).