32 años de Democracia

(IMAGEN: La maquinaria de la democracia de M. Zardain-Méjico)

Diecinueve meses después de la muerte del dictador Franco, millones de votantes acudían a las urnas para participar en las primeras elecciones libres desde la Guerra Civil
Más de un centenar de partidos se preparaban para concurrir a las elecciones del 15 de junio. La propaganda electoral nos asombraba y asistíamos atónitos a un nuevo paisaje dibujados de carteles, mítines, siglas y consignas.

La chavalería comenzabamos a aprender el significado de las palabras dictadura, exilio, democracia, libertad...Tarareabamos voz en grito las canciones consigna e imitábamos a los jóvenes con banderas cuatribarradas o con tardes de guitarra cantando en nuestra lengua. No entendíamos todavía por qué se hablana de libertad y , a veces, nuestros padres nos hacían callar por miedo. Tampoco entendíamos , cuando nos contaban nuestra hoistoria, cómo se hablaba de dejar de lado “la ira”, aunque no fuese la nuestra.

Han pasado 32 años y desde mi visión de adulta desencantada no soy capaz de hacer una loa de la democracia, aunque para mí sea la opción política menos mala de las posibles en el mundo actual. Quizá por que para mí la vivencia de la dictadura fue algo casi anecdótico , pues incluso el hecho de tener que dar las clases de valencià a escondidas era algo divertido, casi una aventura.
Nuestra democracia carga con algunos lastres importantes del franquismo , hay jornadas electorales en que el porcentaje de participación es muy bajo, la ley electoral parece necesitar una revisión, la gente siente hastío por las campañas electorales que son más un concurso de marketing que otra cosa. Veo que el pueblo está apático, cansado de política vacía y promesas vanas, de líderes incompetentes y politiquillos corruptos. Lo peor : el analfabetismo político de gran parte de los votantes, y la falta de espacios y medios para la educación política de las nuevas generaciones en una sociedad donde el pluralismo se confunde con el vacío.

Si hoy estuviesen mis padres aquí, me recordarían que merced al estado democrático hoy puedo escribir yo estas palabras. Yo les doy las gracias por su lucha y les pido perdón por no haber peleado lo suficiente por la siguiente generación.