Contrato social del siglo XXI

Este Contrato Social es un acuerdo tácito que firmamos cada mañana, simplemente, no haciendo nada. Destaca los efectos de nuestra innegable predilección por la comodidad, la indiferencia, la ceguera, la sumisión y la idiotez de todos nosotros.

Nuestro Contrato Social dice:

1.- Acepto la búsqueda desesperada del beneficio propio como fin supremo de la Humanidad y la acumulación de riqueza como la máxima realización de toda la vida humana, aunque soy consciente a veces de que este funcionamiento engendra dolor, frustración y cólera a la inmensa mayoría de los perdedores.

2.- Acepto la exclusión social de los marginados, de los inadaptados y de los débiles, porque considero que la carga que puede asumir la sociedad tiene sus límites y ellos deben quedar excluidos.

3.- Acepto que tiremos diariamente toneladas de comida para que los precios e índices bursátiles no se derrumben, en vez de repartir esa comida a los necesitados e impedir que millones de personas mueran de hambre.

4.- Acepto el dominio del petróleo en nuestras economías, aunque sea una energía costosa, sucia y contaminante; y estoy totalmente de acuerdo en impedir todo intento de sustituirlo por otras mejores fuentes de energía. Si se descubriera un medio gratuito de producir energía, es evidente que sería nuestra perdición.

5.- Acepto que se divida a la opinión pública creando partidos de derecha y de izquierda, que tendrán como pasatiempo la pelea entre ellos, haciéndome creer de esta manera, que el sistema está mejorando y avanzando.

6.- Acepto que la idea de "la felicidad" se reduzca a la comodidad; acepto que "el amor" se reduzca al sexo; y acepto que "la libertad" se reduzca a la satisfacción de todos los deseos, como me repite la publicidad cada día. Consumiendo sin desmayo contribuyo al sano funcionamiento de nuestra economía.

7.- Acepto que el valor de una persona sea siempre proporcional a su cuenta bancaria y que se aprecie su utilidad en función de su productividad y no de sus cualidades.

8.- Acepto que se premie exageradamente a los deportistas famosos y a los actores taquilleros y se recompense con suma prudencia a los profesores y médicos encargados de la educación y la salud de nuestras futuras generaciones.

9.- Acepto que se destierre de la sociedad a las personas mayores, cuya experiencia y sabiduría en absoluto necesitamos puesto que somos la civilización más evolucionada del planeta (y sin duda del universo).

10.- Acepto que se me muestren las noticias más negativas y aterradoras del mundo todos los días, para que así yo pueda apreciar cuánta suerte tengo de vivir en Occidente. Sé que mantener el miedo en nuestros espíritus es realmente beneficioso para todos nosotros.

11.- Acepto que los industriales, militares y jefes de Estado celebren reuniones regularmente para que, sin consultarnos, tomen decisiones que comprometen el porvenir de la vida, la salud y el bienestar del planeta y de todos nosotros.

12.- Acepto que se haga la guerra para así hacer reinar la paz. Acepto gustoso la muerte de todos aquellos seres humanos que los gobiernos decreten que son mis enemigos.

13.- Acepto también que el primer gasto de los Estados sea el de defensa y que los conflictos se creen artificialmente para deshacernos del enorme stock de armas y así poder renovarlo y hacer que la economía mundial siga avanzando.

14.- Acepto que los bancos internacionales presten dinero a los países que quieren más armas para combatir. Soy consciente de que es mejor financiar a los dos bandos en conflicto para así estar seguros de ganar dinero y prolongar los conflictos el mayor tiempo posible, con el fin de poder arrebatarles finalmente sus recursos si no pueden devolver los préstamos recibidos.

15.- Acepto que las multinacionales se abstengan de aplicar los progresos sociales de Occidente en los países desfavorecidos, pues que ya es una suerte para ellos que los hagamos trabajar. Prefiero que se utilicen las leyes vigentes en esos países pobres para hacer trabajar a los niños en condiciones inhumanas, miserables y precarias. No nos está permitida ninguna injerencia en los asuntos privados de esos países en nombre de los derechos humanos.

16.- Acepto que los grandes laboratorios farmacéuticos y los industriales agroalimentarios vendan, en los países más empobrecidos, los productos experimentales, los caducados o los que contengan substancias prohibidas en Occidente.

17.- Acepto que el resto del planeta, es decir más de siete mil millones de individuos, puedan pensar de otro modo a condición de que no vengan a expresar ni a compartir sus creencias y nociones filosóficas primitivas en nuestra casa.

18.- Acepto la lenta pero segura destrucción de los bosques, la extinción de especies animales y la casi desaparición de la vida en nuestros ríos y océanos. Acepto el aumento de la polución industrial y de la dispersión de venenos químicos y de elementos radiactivos en la naturaleza, como algo necesario y natural.

19.- Acepto toda esta situación porque creo y supongo que no puedo hacer nada para cambiarla o mejorarla. Acepto ser tratado, a diario, como ganado, porque también lo aceptan todos los demás y porque definitivamente pienso que las mayorías deciden y lo hacen con enorme sabiduría y razón.

20.- Acepto este nuevo Contrato Social con los ojos cerrados, sin plantear ninguna objeción, porque siempre he preferido ver la realidad de las cosas tal como el sistema me las presenta y además porque estoy demasiado ocupado con mi subsistencia y con el resto de mis preocupaciones.

Líderes políticos del mundo:

Sé que todos ustedes sólo actúan por mi bien, por el de todos,
y por el del sistema. Por eso les doy las gracias.
Puedes verlo aquí en vídeo con una linda música: Vídeo

(Recibido adjunto correo de May )

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