"El síndrome de Mozart narra la historia de una chica de diecisiete años que toca el piano y el violín y de su relación con Tomi, un chico de dieciocho años que padece el síndrome de Williams, una especie de retraso mental acompañado de una capacidad musical extraordinaria.
Alrededor de estos dos personajes Gonzalo Moure ha creado un relato que habla de amor y de la aceptación de personalidades, un relato que le ha llevado a conseguir el prestigioso Premio Gran Angular, que concede anualmente la Fundación Santa María.
-En su novela El síndrome de Mozart narra la historia de un joven muy especial que padece el síndrome de Williams, una afección poco conocida. ¿Ser escritor es una forma de despertar conciencias? ¿Qué le impulsó a escribir sobre este tema?
-No, de verdad, casi lo suplico: El síndrome de Mozart es una novela, y la enfermedad que subyace podría hasta ser imaginaria. No es más importante que la ceguera para Saramago. Me enorgullece que pueda ser una esperanza para los afectados y sus familias, pero no he querido escribir un alegato, sino una novela: de hecho, en ella es lo menos importante. Lo es mucho más la presión que siente Irene, que le hace dudar de su propia pasión por la música, o la terrible visión que tiene Yárchik de los jóvenes, o el misterio de la música como lenguaje, o la fuerza del amor por encima de las convenciones, o la angustia del campo devorado por el hombre, o la ambición... todo eso, y no un alegato, es para mí la novela.
-Si tuviera que presentar El síndrome de Mozart a un posible futuro lector, ¿qué le
diría sobre este libro?
-Que trata del misterio del ser humano y sus lenguajes, y especialmente de la música, del misterio del ser humano y el amor, del misterio del ser humano en lucha con las reglas del mundo... Creo que es un libro sobre la pasión, sin más.
-Con esta obra ha ganado el Premio Gran Angular, ¿por qué presentó este libro al concurso?
-Porque quería ser duro. Se habla de los jóvenes, normalmente, desde la mediocridad y hacia la mediocridad. Creo que hay otros jóvenes como Irene y como Yárchik, jóvenes que hacen de la verdad, la libertad y la belleza el centro de sus vidas. Y que son capaces de hacer sacrificios, de ser sinceros. Esos otros jóvenes son miles, y además son los importantes, los demás, los estómagos con patas y ropa de marca, no me importan nada. Y tal parece que sean los únicos."
(Texto: Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil-Extracto de la entrevista realizada a Gonzalo Moure)
Imagen: El violín de Juan Gris)
Alrededor de estos dos personajes Gonzalo Moure ha creado un relato que habla de amor y de la aceptación de personalidades, un relato que le ha llevado a conseguir el prestigioso Premio Gran Angular, que concede anualmente la Fundación Santa María.
-En su novela El síndrome de Mozart narra la historia de un joven muy especial que padece el síndrome de Williams, una afección poco conocida. ¿Ser escritor es una forma de despertar conciencias? ¿Qué le impulsó a escribir sobre este tema?
-No, de verdad, casi lo suplico: El síndrome de Mozart es una novela, y la enfermedad que subyace podría hasta ser imaginaria. No es más importante que la ceguera para Saramago. Me enorgullece que pueda ser una esperanza para los afectados y sus familias, pero no he querido escribir un alegato, sino una novela: de hecho, en ella es lo menos importante. Lo es mucho más la presión que siente Irene, que le hace dudar de su propia pasión por la música, o la terrible visión que tiene Yárchik de los jóvenes, o el misterio de la música como lenguaje, o la fuerza del amor por encima de las convenciones, o la angustia del campo devorado por el hombre, o la ambición... todo eso, y no un alegato, es para mí la novela.
-Si tuviera que presentar El síndrome de Mozart a un posible futuro lector, ¿qué le
diría sobre este libro?
-Que trata del misterio del ser humano y sus lenguajes, y especialmente de la música, del misterio del ser humano y el amor, del misterio del ser humano en lucha con las reglas del mundo... Creo que es un libro sobre la pasión, sin más.
-Con esta obra ha ganado el Premio Gran Angular, ¿por qué presentó este libro al concurso?
-Porque quería ser duro. Se habla de los jóvenes, normalmente, desde la mediocridad y hacia la mediocridad. Creo que hay otros jóvenes como Irene y como Yárchik, jóvenes que hacen de la verdad, la libertad y la belleza el centro de sus vidas. Y que son capaces de hacer sacrificios, de ser sinceros. Esos otros jóvenes son miles, y además son los importantes, los demás, los estómagos con patas y ropa de marca, no me importan nada. Y tal parece que sean los únicos."
(Texto: Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil-Extracto de la entrevista realizada a Gonzalo Moure)
Imagen: El violín de Juan Gris)
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