Qué difícil equilibrio, a veces, el de la elegancia y la hipocresía. Qué fino el límite, a veces, entre el conciliador y el cobarde. Qué poca diferencia, a veces, entre la diplomacia y la falsedad…..Y qué poco importa .A veces.
Muchas personas hemos sido educadas para evitar los conflictos, para buscar el acuerdo, el equilibrio, el consenso, la concordia. Y sin acabar de entender demasiado bien los límites o los conceptos acabamos siendo modeladas en la corrección y ….en la “inautenticidad”….A veces.
Más tarde la necesidad de recuperar la naturalidad, de reivindicar la franqueza nos redescubrió el conflicto como recurso para crecer, para avanzar…nosotras y el mundo….A veces.
Tras tiempos de contrastar, confrontar, analizar, debatir, argumentar, explicar, compartir…..algunas personas nos planteamos si valen la pena tantas energías empleadas…..A veces
Sabio silencio.
Muchas personas hemos sido educadas para evitar los conflictos, para buscar el acuerdo, el equilibrio, el consenso, la concordia. Y sin acabar de entender demasiado bien los límites o los conceptos acabamos siendo modeladas en la corrección y ….en la “inautenticidad”….A veces.
Más tarde la necesidad de recuperar la naturalidad, de reivindicar la franqueza nos redescubrió el conflicto como recurso para crecer, para avanzar…nosotras y el mundo….A veces.
Tras tiempos de contrastar, confrontar, analizar, debatir, argumentar, explicar, compartir…..algunas personas nos planteamos si valen la pena tantas energías empleadas…..A veces
Sabio silencio.
A veces.
(IMAGEN: Silencio de John Pring)
No hay comentarios:
Publicar un comentario