Boston legal


No hace mucho descubrí en la Fox la serie Boston Legal. Una serie de abogados que me tiene encandilada. Aunque la base no es original y es típica de las habituales series de abogados, tiene un enfoque muy especial que la hace divertida, entretenida y quizá hasta reflexiva.

Es una comedia cínica, con personajes estrambóticos y situaciones absurdas, quasi surrealistas que sirven de sustento a una crítica social tópica, pero fundamentada y , que suele rozar (sólo rozar) lo políticamente "incorrecto" (más aún si pensamos en la sociedad norteamericana- al menos según la visión que tenemos desde aquí)

Los personajes principales Alan Shore (James Spader), y Denny Crane (William Shatner), y la interacción entre ambos, es extraordinaria. Cada uno representa una visión política del mundo: El primero es  idealista, lúcido,pesimista, demócrata, con tintes izquierdistas, y Crane es materialista, un optimista algo tarado, republicano, casi anarquista. Son absolutamente contrarios ideológicamente, aunque les une la inteligencia, la profunda lucidez, la ternura, la espontaneidad, la sinceridad. Cada episodio  termina con una escena con Alan y Denny contemplando la ciudad a sus desde la terraza mientras fuman puros y beben whisky : las conversaciones y el clima afectivo son una auténtica delicia.

El resto de personajes , seres muy especiales, tampoco tiene desperdicio. Casi todos tienen un algo estrafalario y hasta los que están diseñados para poner el contrapunto de "cordura" acaban sucumbiendo. No obstante, en todos ellos encontramos un poso de amargura definida no sólo por las circunstancias de sus propias vidas, sino también por la consciente pérdida de ideales.No obstante el tinte sofisticado de humor está presente siempre, incluso en las situaciones más dramáticas y patéticas.

Los temas que aborda van desde lo más tópico o candente socialmente , a las causas más perdidas.No se deja pasar la oportunidad de criticar la sociedad norteamericana: el sistema educativo, el sistema sanitario, la inmigración, el uso de las armas, el negocio farmacéutico, el juego político, las religiones, la prostitución...Los alegatos son parte esencial en cada capítulo, y si se sabe dejar de lado el enfoque demagógico , se puede disfrutar muchísimo de las habilidades de oratoria, argumentación, lógica , y por qué no, de manipulación que se exhiben.



 

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