Serán casualidades, pero en la última semana me están visitando unos palabros algo intimidatorios que a mi modesto espíritu le cuesta digerir: longanimidad y resilencia . Me entusiasma descubrir nuevas palabras, nuevos conceptos cada día, y me entusiasma que me entusiasme cuando me desentusiama pensar que nada me va a entusiasmar. Otro curioso palabro: "entusiasmar".
Cuando se pronuncian en mi presencia todos estos palabros relacionados con la fortaleza, el ánimo , la resistencia, la constancia o el coraje ,soy más consciente de mis debilidades, de mis flaquezas (irónico ello) y mis miedos. Tras la reflexión , vuelvo a tener la idea de cuánto daño nos ha hecho a la humanidad las grandes transcendencias. Quizá el hacer tan grandes los conceptos como éstos u otros como el amor, la felicidad, la fe, la alegría, la ecuanimidad....hace que muchas personas tengamos una autopercepción insana de seres minúsculos, impotentes o insignificantes ante valores inalcanzables.
Y quizá hoy estoy encontrando la longanimidad en el entusiamo por las palabras, quizá el amor en el abracillo que le debo a mi amiga Adela, quizá la solidaridad en el último vecino al que escuché, quizá...
Quizá ahora que parezco la protagonista del último anuncio de compresas con alas (floretes y colores pastel...)
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