Besos

Siento nostalgia de los besos.Me encantan los besos, incluso los de "judas", porque de alguna manera derriban barreras de algún tipo, aunque sean mínimas. Cuando mi vida social era muy intensa recibía besos por doquier. Quizá mi cuerpo de matrona, mis mejillas oronditas o mis labios afables invitan a la cercanía. Quizá mis brazotes siempre a punto para la acogida.De otro lado, muchas miradas me parecen pedir besos y yo casi siempre estoy preparada. Ni qué decir que me equivoqué muchísimas veces, pero valió la pena por las otras tantas que acerté.
Ahora mis besos se limitan a un círculo muy reducido, a veces con personas poco aficionadas, y la mayoría son besos virtuales que todavía no hemos aprendido a impregnar de ternura.

La palabra beso proviene del latín Basium-Basiare, tocar algunas cosas con los labios contrayéndolos y dilatándolos suavemente, para manifestar amor, amistad, o reverencia. Es la forma más clara de expresar cariño, expresar sentimientos, emociones y pasiones.

No se sabe del inicio de la práctica de saludar o demostrar pasión con un beso. Una pista la da Desmond Morris en “El mono desnudo”, donde explica de qué modo las primeras hembras de Cromagnon alimentaban a sus crías mascando previamente la comida destinada a sus hijos. Cuando el puré estaba a punto, lo pasaban de sus bocas a las bocas de sus crías.


El beso no evolucionó como expresión de cariño entre personas adultas hasta el siglo VI en Europa, cuando empieza a surgir como una forma de afecto entre personas adultas y ya no sólo en niños. En la Edad Media, el caballero que besaba a una dama estaba obligado a casarse con ella. El beso como saludo difiere en cada cultura, así en Japón, no son muy dados a besarse y menos en público. En cambio, en las culturas medio-orientales es costumbre saludarse entre hombres con tres besos: uno en cada mejilla y al final en la frente. En Francia, también es costumbre presentarse con cuatro besos.

El número de formas diferentes de besar es innumerable y depende fundamentalmente de determinismos culturales y , por supuesto de la creatividad personal.

Quimicamente, aparte del intercambio de bacterias y microorganismos, es importante la producción de neuropéptidos que producen un bebneficio inmunológico o de hormonas como la dopamina productoras de bienestar.

Por cierto, he aprendido un nuevo palabro: "Filemamanía", que es el nombre científico que recibe el deseo de besar. No nos iría mal si todas/todos tuviesemos algún contagio de "filemamania" pues.
 
(Documentación: Ciencia Popular.com )
 

 
(Imagen superior: El beso de Rodin)
 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Nor!
Tu blog ha sido nominado por un@ de tus lector@s para los Premios RoB Dangal TV.
Suerte!!

Nor dijo...

Qué sorpresa¡¡¡¡
Muchas gracias por esta consideración.