Falles

Bueno. pues llegó el día de Sant Josep.  No soy muy dada a las fiestas santorales, y como tal no me importa demasiado. La fiesta de fallas sin embargo, siempre me ha resultado atractiva, como espectadora. Me produce alegría, conmoción, ermoción. Soy una persona de tendencias sobrias, sin embargo conecto perfectamente con esta explosión de sonido, música, color, alegría que me sugieren las fallas. Posiblemente la única fiesta tradicional de mi tierra de la que disfruto.

Me emocionan los pasacalles de las bandas de música. Parece que sólo supieran tres piezas musicales y me enervan los uniformes pseudomilitares, pero no puedo dejar de sentir el vello erizado cuando comienzan a aparecer simultáneamente bandas de música por cada rincón. No me da descanso a la sensibilidad.

Los trajes tradicionales me resultan absurdos, horteras e incomprensibles, Pero secretamente, me llega la felicidad que trasluce en algunas gentes que los visten.

Adoro los castillos de fuegos artificiales . Tengo que evitar pensar el despilfarro económico que suponen , pero lo supero facilmente ante el increible espectáculo de luz y color que me seduce sin compasión.

Y por último , lo más incomprensible: Me vuelven loca de pasión las "mascletàs". Racionalmente es inexplicable. Tan sólo es una sucesión , más o menos rítmica, de ruidos insoportables. Pero , no sé cómo consigue hacer vibrar todas y cada una de las conexiones neuronales y sensitivas de mi cuerpo. Es el asombro por lo increible, es la conmoción por lo incontrolable, la conexión con lo más primario...


Cualquiera diría que ya hace varios años que no participo de ninguna manera de la fiesta....Quizá es todavía más bello para mí porque la vivo desde el recuerdo, desde el afecto, desde la nostalgia.
 
Pongo un vídeo de una parte final de una mascletà para quienes no tienen mucha idea del tema, pero advierto que no tiene ningún sentido si no la presencias y la vives in situ.
 
 

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