Mascoteros Anónimos

"Me llamo X y tengo perro" . Estoy practicando para mi próximo ingreso en otra asociación más: "Mascoteros anónimos". A este paso, mi pensión no me va a dar para todas las cuotas: "Fumadoras anónimas" "Anti-taurinas anónimas" "Marujas anónimas"....y más entidades que dejaré en permanente anonimato.

Cuando voy con mi perro, muchas veces tengo la sensación de ser una apestada. El temor a producir molestias me impide disfrutar de la increible sensación de orgullo que siento de compartir mi vida con tan magnífico ser, o del placer y el derecho a ofrecerle la vida que merece.

Tiene que salir siempre con una gruesa cadena en su cuello, tiene vetada la entrada en todas partes aunque las condiciones sean óptimas , tiene prohibido acercarse a parques o jardines, y menos mal que no tenemos necesidad de usar el transporte público.

Si se me ocurre acercarle a que siga rastros o conozca olores cerca de algún jardín, es probable que los jardineros me llamen la atención o la policía local me mire de reojo; si le llevo a un descampado a corretear a su aire es posible que alguna vecina cercana me monte un numerito de "corrala"; si se asoma al balcón y se le ocurre ladrar, quizá me llegue pronto la multa por escándalo público aunque sean las 11 de la mañana....El vivir en un entorno rural, en barrios tranquilos, en una población con dos grandes espacios ajardinados vallados...quizá podría suponer una gran ventaja para los animales domésticos...

La organización de la convivencia es complicada y en las sociedades en que los valores colectivos están menos interiorizados se precisan más normas. Sin embargo, no son las leyes o prohibiciones el principal problema. Estoy convencida que lo es la falta de propuestas alternativas, que en este caso son una manifestación más de una sociedad con una total falta de consideración por los animales, en la que pensar en la dignidad de estos es propio sólo de mentalidades de "mundo disney".