Escuela pública: La construcción de la dignidad


Leo hoy en El Adarve unos fragmentos del profesor Daniel Prieto que quisiera compartir también desde esta modesta página:

“Es muy difícil apoyar la construcción de dignidades desde la humillación. Y ésta tiene en nuestro campo muchas fuentes:

-el lugar social de la educación en la política;
-el menosprecio de la función docente;
-el menosprecio de la experiencia y de la práctica de cada educador;
-el menosprecio de la cultura y los saberes de cada educador;
-la ausencia de tiempo para pensar, compartir y crecer;
-la ausencia de espacios de interaprendizaje.


Cuando se vive por años una cadena de humillaciones, pueden resultar tan vulnerados los sentimientos y la conciencia que termina uno por aceptarse como humillado, es decir, como derrumbado a ras del suelo. Del no vales, no cuentas, no sientes, se tiende a pasar al no valgo, no cuento, no soy nadie.

Así, uno no desea ser más de lo que es y comienza, de modo inexorable, a dejar de ser.
Para nosotros la pedagogía se ocupa de la dignidad de todos quienes constituyen el fundamento del acto educativo: estudiantes y educadores.

Y como la dignidad no está dada, sino que se trata de un eterno proceso de construcción frente a las acechanzas de la humillación, la tarea para siempre en nuestro campo es sostener una pedagogía empecinada en velar por esa construcción (…).

Estoy en el mundo para que los otros aprendan, para apoyarlos frente a las acechanzas de la humillación, para vivir con ellos la construcción de la propia dignidad.
Y lo hago velando siempre por mi construcción personal, porque sólo así puedo dialogar: desde una dignidad, la mía, a otras (…).

Esta profesión, tan castigada, se desarrolla en lo profundo, en todas sus manifestaciones, en clave comunicacional. La dignidad, el estar de pie frente a los demás para hacer oír la propia voz y para sostener desde la propia mirada la escucha y el diálogo, se entreteje a lo largo de años siempre en clave comunicacional.

Preciosa práctica la nuestra:
Estamos, educadoras y educadores, en el mundo para que otros aprendan, para apoyarlos frente a las acechanzas de la humillación, para vivir con ellos la construcción de la propia dignidad.
Y lo hacemos velando siempre por nuestra construcción personal, porque sólo así podemos dialogar: desde una dignidad, la nuestra, a otras.

Todo esto en clave comunicacional: de pie frente para hacer oír la propia voz y para sostener desde la propia mirada la escucha y el diálogo.

Es ésa la base, es ése el suelo en el cual echamos raíces y nos levantamos.

Todo lo demás son medios”.

Si quieres leer algo sobre la situación actual de la ESCUELA PÚBLICA aquí tienes un ejemplo

2 comentarios:

cristina/vecina dijo...

Lo que más me jode es que esten l@s profesores de religión por el morro.sin ninguna necesidad.menudo gasto más inutil.
y de paso los concertados de los webs,pa qué,cada vez que oigo a mis amigas que es qué en las monjas la educación es más elitista,les digo si quereis tanto elitismo,joderos y pagar 3000€ al mes...no te jode,que encima le tenga que estar pagando yo.rezar si que rezan,luego salen,eso salidos......
luego la versión ser de la vendimia,que has suspendido,no importa,lo que importa es la fiestecica de las narices.
coño que pidan fiestas civiles y que paguen ellos las que quieren de los pedazos de madera.
carencia en educación sexual a tutiplen.eso si, follar a tope.
aunque se rasgan las vestiduras cuando me oyen hablar.....de los pelos me pongo por tanta imbecilidad.
para finalizar cuando les pregunto por notas.....pataplofffff.digo ese es el nivel etilista...toma del frasco carrasco.
fui,soy y seré una firme defensora de la educación pública,sin ninguna religión.
la repanocha es cuando compañer@s vuestr@s llevan a sus hijos a la privada....digo oleeeeeeeeeeeeeeeeee.tocate las narices a dos manos.por no decir que se la machaquen,hasta que no les quede nada de cerebro.porque tener tienen poco y encima solamente lo usan para mal.

Anónimo dijo...

Mucho hipócrita anda suelto.