Amistad animal

 
Me "chiflan" las imágenes que me envían sobre "amistades" animales y más cuando se trata de diferentes especies.
Estos dos animales , cuentan que viven en una reserva de animales en Norteamérica. Según dicen el elefante fue rescatado porque quedó huérfano y la perrilla fue abandonada allí por los trabajadores que construían el estanque para el elefante. Según describen son inseparables.
Me quedo con a parte tierna y poética del asunto.
 
Y a disfrutar con tan curiosas y bellas imágenes.
 




 

Las lobevejajas


Nuevas tribus urbanas: las “lobevejajas “ (con perdón de las ovejas y los lobos, dignos animales ellas y ellos).

No hace mucho me encontré por casualidad con una lobejaja , una ilustración curiosa de la página “Monos con pincel”. Magnífica metáfora , en mi interpretación personal, de las nuevas tribus urbanas que proliferan en esta época de caos y crisis.

En los multitudinarios rebaños de ovejas, estamos las borregas, que nos sabemos borregas ,y están las lobevejajas.

Éstas salen al redil cada día desempolvando su disfraz de lobo y ensayan su baliaullido una y otra vez. Se ha sabido que algunas realmente recuperaron su identidad de lobos, que les había sido arrebatado por un hechizo de luna. Otras se cansaron de baliaullar y perfeccionaron sus balidos alcanzando acordes borreguiles increibles. Pero muchas siguieron perseverando en ser lobevejajas.

Las lobevejajas con sus baliaulllidos pregonan su hipocresía moral. Se erigen en baluartes de la subversión, del idealismo y la solidaridad. Pero, siguen en el redil comiendo donde les guíe el pastor , malolientes y repletas de garrapatas (como cualquier oveja) Ellas y ellos baliaullan incansables guiados por sus deseos de notoriedad, de protagonismo y reconocimiento. Gozan de baliaullar y se mofan de las ovejas y los lobos. Pero las lobevejajas sólo baliaullan e incapaces de asumir su propia condición borreguil acaban siendo un rebaño grotesco y pueril.

El privilegio de ser uno mismo

 
Nietzsche (1844-1900). “El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida...




 
Uno se despide
Insensiblemente de pequeñas cosas.

Lo mismo que un árbol
Que en tiempo de otoño se queda sin hojas.

Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas
Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida
Y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas.

Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso
Que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.

Demorate a ti, en la luz solar de este medio día
Donde encontraras con el pan al sol la mesa tendida.

Por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso
Que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida...