Síndrome postvacacional


Apenas queda un día para que finalicen las vacaciones de miles de personas. Algunas regresarán a su puesto de trabajo, otras a su rutina diaria de tareas sin salario, y otras quizá a las filas de la oficina de empleo en busca de una nueva oportunidad.

Entre un gran porcentaje de la gente que conozco en estos últimos días cunden los comentarios , entre bromas y veras, sobre el síndrome postvacacional. La mayoría son gentes privilegiadas que, o bien gozan de un trabajo que han elegido y les gusta, o están razonablemente bien pagados para los tiempos que corren.

A mí lo del síndrome postvacacional , en estos casos, me parece una chorrada suma. Inventamos patologías y crisis existenciales de las cosas más naturales, más inocuas e intrascendentes. Es natural sentir cansancio ante un cambio de rutina, es natural sentir desconcierto ante proyectos nuevos, es natural sentirse preocupado ante dificultades que se habían dejado aparcadas, es natural perder el apetito ante el cambio de horarios, es natural que baje la tensión arterial con estos calores...
Esta manía de "patologizar" lo más normal ,me trae la imagen de una sociedad inmadura , con personas amedrantadas ante los mínimos obstáculos y con las mirada dirigida a su propio ombligo. Gentes incapaces de valorar justamente su privilegio, de encontrar los elementos positivos del trabajo, y de crearse motivaciones para el desarrollo personal y el progreso social.
Bien, aún con todo, mis mejores deseos para el regreso a todas y todas los que tenéis el privilegio de volver a comenzar. Ojalá encontréis el modo de ver cuánto amáis lo que hacéis , y a otras que aprendáis a amar lo que no os quede más remedio que hacer.

No hay comentarios: