"Descubriendo a Forrester" es una de esas películas que no me importa volver a ver de vez en cuando. Una historia linda, cómoda , con buen final para pasar un rato tranquilo, sosegado y tal vez entrañable. Cuenta además con la inestimable presencia del imponente Sean Connery, cuya actuación suple con creces todo lo que la película tiene de tópico y predecible.
El argumento va en la misma línea que “El indomable Will Hunting”, llevándonos también a una interesante reflexión de la interacción entre rebeldía, talento y enseñanza. El tratamiento en esta ocasión es quizá psicológicamente menos complejo.
Jamal es un joven de color que vive en el Bronx. No le gusta destacar por su inteligencia, y se gana el respeto de sus compañeros gracias a sus habilidades con el baloncesto. También hace alguna "machada", como colarse en el piso de un excéntrico vecino (a quien llaman "el ventanas") que nunca sale a la calle ni para hacer la compra. El tipo resulta ser William Forrester, novelista genial, autor de una sola obra con la que ganó el prestigioso premio Pulitzer; y éste acepta ayudarle a desarrollar su incipiente talento literario. Cuando Jamal consigue una beca para estudiar en un colegio de "alto standing", conocerá los problemas raciales al hacerse amigo de una chica blanca. También tendrá problemas con su agrio profesor de literatura y con algún "compañero" del nuevo colegio, donde, por cierto, descubre que su nuevo amigo y profesor es todo un personaje. También William Forrester, después de tantos años de soledad, se enfrentará a sí mismo gracias a su relación con Jamal.
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